6.4.07

Maldito capitalismo asesino de maestros


Maldito el capitalismo, que hace que los hombres se conviertan en asesinos y maten a los maestros de sus propios hijos.

Maldito el capitalismo que hace que los padres maten a sus hijos y condenen a las próximas generaciones envenenando los campos y fumigando a metros de donde juegan inocentes victimas.

Maldito el capitalismo y maldita esta payasada de democracia que nos da a elegir entre el Pato Donald o Paturuzú.

Maldito el capitalismo, que sostiene en el poder a genocidas y torturadores.

Maldita la media clase, que consume, que mata, que llena las rutas y se amontona en “la Bristol” y mira para otro lado como diciendo, “mientras pueda comprar mi plasma Uds. maten y desaparezcan personas y culturas, yo miro para otro lado, y hago como que no vi nada”.

Maldita la clase media que pide mano dura y se desparrama en su barro de ignorancia y egoísmo. No hay que olvidar que esta misma gente aplaudió la llegada de la dictadura, la matanza de una generación en Malvinas y voto durante 10 años a la rata de Anillaco y que si pudiera mandaría a la luna a todos los pobres por que son feos.

Maldita la oligarquia y la burguesia que vive con el culo al norte ofreciendonos sensualmente y entregandonos por monedas.

Maldita burocracia(mafiosa) sindical que traiciona a los laburantes y transa con todos los gobiernos sueldos de miseria.

Maldita corporación de medios y periodistas que se cagan en las patas para decir la verdad y se dicen "periodismo independiente" y callan e ignoran a los artistas.

Malditos los Garcias Belsunces y los Macarrones, y todos los testaferros de la corporación política.

Malditos, malditos, malditos!!!, yo los maldigo y los odio con todas mis fuerzas.

A Carlos Fuentealba, maestro de Neuquén, lo mato el capitalismo asesino, y espero que quede bien claro quienes son los cómplices.



Zurdo Castagno

DNI 17.605.000

1 comment:

Jericles said...

Así es, zurdo... Si quedaba alguna duda de que el neoliberalismo está vivito y coleando, que maten a un tipo -¡encima maestro!- por reclamar una vida más justa, lo certifica.
Abrazos.
Jeri