23.12.08

Ideología BUrguesa y esclavista

Estas son marcas que usan trabajo esclavo y que han sido denunciadas por la UTC y La Alameda 1. Kosiuko- 2. Montagne- 3. Lacar- 4. Rusty- 5.Graciela Naum- 6. PortSaid- 7. Coco Rayado- 8. Awada- 9. Akiabara- 10. Normandie- 11. Claudia Larreta- 12. Mimo- 13. Adidas- 14. Puma- 15. Topper- 16. Cueros Crayon- 17. Gabucci- 18. MUUA- 19. Kill -20. Martina Di Trento- 21. Yagmour- 22. Ona Saez- 23. Duffour- 24. Chocolate- 25. Marcela Koury- 26. Rash Surf - 27. 47 Street- 28. Cheeky- 29. 45 Minutos- 30. Cueros Chiarini.31 - Cueros Crayon - 32 DM 3 - 33. Chorus Line - 34. Casa Andy - 35. Capitu - 36. Vago's - 37. Seis by Seis - 38. Pamplinas - 39. By me - 40. Batalgia - 41. Lidase - 42. By Simons - 43. Bensimon - 44. Tavernitti - 45. Escasso - 46. Belen - 47. Batalgia - 48. Rush Serf - 49. Yakko - MC Básica - 50. Yessi - 51. Zanova - 52. Zaf - 53. ND - 54. Denitro - 55. Perdomo - 56. Manía - 57. Viñuela- 58. Ciclo - 59. Leed's - 60. Mela - 61. Fiers - 62. Maibe - 63. Jomagui -64. Cossas - 65. Eagle - 66. Aleluya - 67. Dany - 68. Casazu - 69. Zizi - 70. Bill Bell . 72. Eagle; 73. Cleo - 74. Keoma - 75. Tobaba - 76. DOS - 77. Criguer.- 78. Bombes.- 79. Fila.- 80. Le Coq Sportif.- 81. Lecop-Arena.

Datos: http://laalameda.wordpress.com/

15.12.08

Fotos de La Vaca 13/12/08

Las Fotos: Carina Blanco

El trio Nü
Vean lo que quedo de aquel escurridizo wing izquierdo del Barrio Obrero y del glorioso "Chaco"
Casi 20 años con "estos dos"
King Farafa y Lata-mac
42 años y todavia con la guitarrita, el profe Iovaldi tenia razón, "son unos rascabuches", decía.
King Farafa(Diego Bravo), il mais grosso!!!
Con Jorge Zima, rockanrroll nenennnne!!!

Si King Farafa se rie es por que estoy diciendo alguna pelotudez
Lata-mac(Mariano Florio)
Que cool!
Jaime un poco relajado
Lata y King Farafa
King Farafa(Diego Bravo) en las teclas, Lata(mariano Florio) en la percu y yo, el de la corbata.
Jaime
Lata-mac

Chau!, civediamo!, vuona fortuna!, nos vemos por ahí, corretendo detras de algún sueño, preparemos nuestros corazones y que sea lo que nunca fué!!!!

12.12.08

Preparen sus Corazones para un nuevo mundo


Por Leonardo Boff *


En un artículo anterior afirmábamos que la crisis actual, más que económico-financiera, es una crisis de humanidad. Se han visto afectados los cimientos que sustentan la sociabilidad humana –la confianza, la verdad y la cooperación–, destruidos por la voracidad del capital. Sin ellos es imposible la política y la economía. Irrumpe la barbarie. Queremos presentar esta reflexión de sentido filosófico inspirados en dos notables pensadores: Karl Marx y Max Horkheimer. Este último fue prominente figura de la escuela de Frankfurt, al lado de Adorno y Habermas. Antes incluso del final de la guerra, en 1944, tuvo el valor de decir en unas conferencias en la Universidad de Columbia (USA), publicadas bajo el título Eclipse de la Razón, que la victoria inminente de los aliados iba a servir de poco. El motivo principal que había generado la guerra seguía estando activo en el núcleo de la cultura dominante. Era el secuestro de la razón para el mundo de la técnica y de la producción, por lo tanto, para el mundo de los medios, olvidando totalmente la discusión sobre los fines. Es decir, el ser humano ya no se preguntaba por un sentido más alto de la vida. Vivir es producir sin fin y consumir todo lo que se pueda. Es un propósito meramente material, sin ninguna grandeza. La razón fue usada para hacer operativa esta voracidad. Al someterse, se oscureció, dejando de hacerse las preguntas que siempre había planteado: ¿qué sentido tiene la vida y el universo?, ¿cuál es nuestro lugar? Sin respuestas a estas preguntas, sólo nos queda la voluntad de poder que lleva a la guerra como en la Europa de Hitler.

Algo semejante decía Marx en el tercer libro de El Capital. En él deja claro que el punto de partida y de llegada del capital es el propio capital en su voluntad ilimitada de acumulación. Su objetivo es el aumento sin fin de la producción, para la producción y por la propia producción, asociada al consumo, con vistas al desarrollo de todas las fuerzas productivas. Es el imperio de los medios sin discutir los fines ni cuál es el sentido de este proceso delirante. Son los fines humanitarios los que sostienen la sociedad y dan propósito a la vida. Bien lo ha expresado nuestro economista-pensador Celso Furtado: “El desafío que se plantea en el umbral del siglo XXI es nada menos que cambiar el curso de la civilización, desplazar el eje de la lógica de los medios al servicio de la acumulación, en un corto horizonte de tiempo, hacia una lógica de los fines en función del bienestar social, del ejercicio de la libertad y de la cooperación entre los pueblos” (Brasil: a construçao interrompida, 1993, 76).

No fue eso lo que los ideólogos del neoliberalismo, de la desregulación de la economía y del laissez faire de los mercados nos aconsejaron. Ellos mintieron a toda la humanidad prometiéndole el mejor de los mundos. No existían alternativas a esa vía, decían. Todo eso ha sido ahora desenmascarado, generando una crisis que va a ser aún peor.

La razón de ello reside en el hecho de que la crisis actual se ha establecido en el seno de otras crisis todavía más graves: la del calentamiento planetario, que va a tener dimensiones catastróficas para millones de seres humanos, y la de la insostenibilidad de la Tierra como consecuencia de la virulencia productivista y consumista. Necesitamos un tercio más de Tierra, es decir, la Tierra ya ha sobrepasado el 30% de su capacidad de reposición. No aguanta más el crecimiento de la producción y del consumo actuales, como propone cada país. Y va a defenderse produciendo caos, no creativo sino destructivo.

Aquí se sitúa el límite del capital: en el límite de la Tierra. Eso no existía en la crisis de 1929. Se daba por descontada la capacidad de soporte de la Tierra. Hoy no: si no salvamos la sostenibilidad de la Tierra, no habrá base para el proyecto del capital en su propósito de crecimiento. Después de haber vuelto precario el trabajo, sustituyéndolo por la máquina, ahora está liquidando la naturaleza.

Estas consideraciones raramente aparecen en el debate actual. Predomina el tema de la extensión de la crisis, de los índices da recesión y del nivel de desempleo. En este campo, los peores consejeros son los economistas, especialmente los ministros de Hacienda. Ellos son rehenes de un tipo de razón que los ciega para estas cuestiones vitales. Hay que oír a los pensadores y a los que aman la vida y cuidan de la Tierra.

* Teólogo brasileño, fundador de la Teología de la Liberación.

2.12.08

oferta y demanda

La oferta y la demanda (vil metal de por medio), son las propuestas básicas que dinamizan un “sistema” de convivencia llamado capitalismo, a su vez este “sistema” entronca con un conjunto de valores morales, y creencias religiosas, que a su vez son sustentados por un poderosísimo y nunca, jamás imaginado, aparato de medios, que pertenecen y son manejados por este “sistema” para hacernos creer, (maldita ignorancia), que en este “sistema” de convivencia somos libres, solo por que se llama “sistema de libre-mercado”, que garantiza el “libre-transito”(remaldita ignorancia).

El juez Alejandro Saint Genez, del juzgado Nacional Civil y Comercial Nº 9, dictó una medida cautelar el 20/04/07, en favor de un laboratorio farmacéutico extranjero. El fallo prohíbe a los laboratorios nacionales producir y comercializar un medicamento para pacientes con VIH Sida.

Maldito juez, maldito laboratorio, malditas las lacras que viven de los réditos de estos laboratorios, los “inversores”, maldita Wall street que sube las acciones de estos canallas cuando mas gente mata y deja en la calle, malditos!, malditos!, malditos!, yo los maldigo y los odio con toda mi alma.

Luego alguna “luminaria” recibida en Harvard o en Virginia tech nos dirá que para vender un producto en el mercado, primero hay que generar la demanda, y vaya pedazo de demanda que generaron estos hijos de remil putas.

El VIH sida, es la enfermedad que mas medicamentos y “amor” demanda y reclama del mundo.

La única “libertad libre” que tenemos es la de espichar, morirnos, estirar la pata, quedar patitas pa delante, fenecer, sucumbir, palmar, de hambre, de sida, de dengue, de sobredosis, de “paco”, de ignorancia.

A Carlos Fuentealva también lo mato este capitalismo genocida y berreta de “libretransito”.

Zurdo Castagno.

17.11.08

Ber presenta "Postales de mi ciudad invisible" en La Carlota"

Postales de mi Ciudad Invisible
El sábado 22 de noviembre, desde las 23:30 hs, Ber and The Incredible Fishing Band presenta su primer long play en La Carlota.

"Postales de mi ciudad invisible" es el nombre de la placa que incluye 11 temas todos de autoria de Ber Stinco. El disco fue grabado en la ciudad de Córdoba y el diseño y el arte de tapa fue realizado en Rosario por el artista multimedia Gonzalo Perez. The Incredible Fishing Band surge en La Carlota a fines de 2005 y es un proyecto de cantautor con banda mutante que combina la chanson francesa con aires rioplatenses y el folk americano siempre al servicio de la canción de autor. Bajo el lema de "menottismo beatle cancionero" la propuesta trata de que las canciones siempre suenen distintas ya que nunca son tocadas igual ni se suele repetir la instrumentacion.
La cita del sábado 22 en las instalaciones Frida apuesta a la simpleza de las canciones desnudas, en carne viva, acompañadas con orquestaciones minimas que dején al frente la melodia y las letras.A su vez están previstos varios invitados para la velada.
Como artista invitando en la previa de la presentacion del disco estará actuando el joven y talentoso músico Lucas Reccitelli quien carga con un apellido intimamente ligado a la tradicion músical carlotense contemporanea.


Reservas: (o3584)15494838

otras fechas de Ber confirmadas:

1/12 en el marco del ciclos "Poetas del tercer mundo" en Tercer mundo ((Rosario))

26 y 27/12 en El Circo de José IV ((La Carlota))

1.11.08

Putrefacción moral en la Casa Blanca... Cuba, Cuba, Cuba!!!, la hinchada te saluda!!!



Atilio Borón
Página 12

La enumeración de las atrocidades cometidas en los últimos tiempos contra los pueblos y la naturaleza para salvaguardar el sistema capitalista ocuparían todas las páginas de este diario. Quisiéramos detenernos en una, de gran actualidad ante la inminencia de las elecciones presidenciales en Estados Unidos y la votación que días atrás tuvo lugar en la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde 185 de los 192 países miembros aprobaron, por decimoséptima vez, una resolución exigiendo poner fin al bloqueo iniciado hace cuarenta y seis años en contra de Cuba. En diecisiete oportunidades Washington ignoró olímpicamente las recomendaciones, prácticamente unánimes, de la comunidad internacional. Y todavía tiene el descaro de arrogarse la misión de diseminar la justicia y la libertad a lo largo y a lo ancho del planeta.

No se conocen antecedentes de un repudio tan universal a las políticas del imperio, acompañado en la defensa de sus fechorías tan sólo por Israel (su Estado-cliente y gendarme regional en Medio Oriente) y Palau. Merece una digresión el caso de este micro-Estado que, según informa el sitio web de la CIA, es conjunto de islitas de 451 km cuadrados con una población de 21.093 habitantes. Es un país “independiente”, que vota en la ONU y se alinea con la Casa Blanca, razón por la cual seguramente será caracterizado por sus publicistas como una sólida y vibrante democracia.

No parece molestar a Washington en este caso el tema del partido único, recurrentemente utilizado para criticar a Cuba, porque en este baluarte de las libertades del lejano Pacífico sencillamente no existen partidos políticos, según lo informa también la CIA. No es que sólo hay uno y eso es malo; no hay ninguno, pero en este caso eso es bueno y no provocan el desvelo que a la inefable Condoleezza Rice le produce la débil arquitectura institucional del sistema político en Venezuela o Bolivia. Tampoco lo hace el hecho de que en Arabia Saudita, gran amigo de Washington, los partidos políticos estén prohibidos. De todos modos, estos son detalles nimios que, en el caso de Palau, se compensan con largueza cuando se recuerda que ese protectorado del Tío Sam firmó un Tratado de Libre Asociación con Estados Unidos que lo convierte de facto en una colonia, pero una de un tipo muy especial. Puede sentarse en la Asamblea General para votar a favor de sus amos, y opinar y proponer resoluciones sobre asuntos de interés mundial.

No tuvo la misma suerte Puerto Rico, que Washington se preocupó desde la misma fundación de la ONU para incluir a ese botín de guerra en la lista de Territorios No Autónomos y, por lo tanto, inhabilitados para integrarse a la ONU. Sus cuatro millones de habitantes, más otros tantos que residen en Estados Unidos, no pueden opinar sobre ningún asunto. Los de Palau sí.

Afortunadamente en esta ocasión, las Islas Marshall, que la propia CIA describe como un simple “testing ground” (banco de prueba) de la cohetería del Pentágono –algo que hasta hace poco también hacían en la Isla puertorriqueña de Vieques- , y Micronesia decidieron desobedecer las órdenes de la Casa Blanca y se abstuvieron de votar en contra de Cuba.

Decíamos putrefacción moral porque no hay otra forma de calificar el pertinaz sostenimiento de un bloqueo durante casi medio siglo, ¡caso único en la historia de la humanidad!, que es en realidad un prolongado escarmiento propinado a Cuba por haberse animado a luchar por su verdadera independencia. Un castigo ejemplarizador, de esos que los esclavistas y los “conquistadores” de España y Portugal aplicaban con total sadismo a los que tenían la osadía de pretender liberarse de sus cadenas. Otras potencias colonialistas no se quedaron atrás en este torneo de infamias y oprobios. Francia, sin ir más lejos, impuso a la joya de sus colonias en el Caribe, Haití, en 1825, el pago de una enorme indemnización (equivalente a unos 21 mil millones de dólares de hoy) por los “perjuicios” ocasionados a los latifundistas franceses por su independencia. Además estableció, previo envío de una flotilla de cañoneras, un tributo del 50 por ciento a todos los bienes que entrasen o saliesen de ese desafortunado país, la primera república al Sur del Río Bravo. Esta deuda desangró al país: se terminó de pagar en 1947. Después de más de un siglo de saqueo “legalizado” y avalado por los campeones mundiales de la libertad, la democracia y la justicia la que había sido una de las islas más ricas del Caribe quedó sumida en la miseria más absoluta.

Pero Cuba no pudo ser igualmente doblegada, y eso no se perdona. Es un pésimo ejemplo que debe erradicarse de la faz de la Tierra. Ahí están Venezuela, Bolivia y Ecuador para demostrar la malignidad del contagio. Y los otros gobiernos, que sin haberse infectado con el virus de la autodeterminación y la dignidad nacional, coquetean con los rebeldes.

Ni aun la fenomenal devastación producida por dos gigantescos huracanes hizo que Estados Unidos pusiera temporalmente entre paréntesis su criminal política para honrar los valores humanistas y solidarios sobre los cuales, dicen, se funda la sociedad norteamericana. Tal como lo declarara el canciller Pérez Roque en la ONU, el saldo de este desastre fue de “más de 500 mil viviendas y miles de escuelas e instituciones de salud afectadas, un tercio del área cultivada devastada y una severa destrucción de la infraestructura eléctrica y de comunicaciones, entre otros daños”.

Su reconstrucción, una empresa humanitaria por definición, se vería enormemente facilitada si la Casa Blanca tuviera todavía un pequeño resto de nobleza y moralidad y permitiera a La Habana adquirir los bienes que necesita en Estados Unidos. Pero es inútil: no lo tiene. La Revolución no quiere regalos; quiere comerciar, pagando en efectivo y por adelantado sus compras, lo que favorecería a empresarios y trabajadores de ese país y ayudaría a revitalizar, aunque sea en pequeño grado, una economía que ya se despeña hacia la recesión.

Pero ni eso admite la Casa Blanca. De ahí que sea sólo lógico hablar de la podredumbre moral en que se revuelcan sus ocupantes. Una administración que ya demostró su total insensibilidad y colosal ineptitud (aparte de un mal disimulado racismo) ante el flagelo que el Katrina provocó entre los suyos en New Orleáns. Una degradación moral que, para colmo, se combina con la inaudita estupidez de la pandilla reaccionaria que en estos días manda en Washington y que acelera el hundimiento del país en toda clase de pantanos de los cuales no saldrá indemne: Afganistán, Irak, Medio Oriente y, ahora, el estallido de la fenomenal burbuja financiera alentada por esa gente a lo largo de tantos años. De este modo, Cuba deberá adquirir en tierras lejanas bienes que, por el bloqueo y los fletes, terminan siendo carísimos. Será todo más difícil, pero la Revolución Cubana ha dado repetidas muestras de no arredrarse ante la adversidad ni ser vencida por ella. Ahora tendrá la oportunidad de demostrarlo una vez más. Y para ello contará con la solidaridad del mundo entero, excepto ese trío despreciable y rufianesco que votó en su contra en la ONU.

13.10.08

El lenguaje de la crisis




Por Eduardo Aliverti

Hay algo maravillosamente notable, pero no asombroso, en la presentación cotidiana del actual escenario mundial. El semiólogo Eliseo Verón fue uno de los pocos que repararon en ello, al menos entre nosotros: no hay, casi, nombres propios.

Salvo Bush (y hasta por ahí nomás, porque en general se lo cita a través de sus patéticos discursos con pretensiones tranquilizadoras), el resto es una serie de figuras abstractas. “Tsunami financiero”, “crash”, “crack”, “tembladeral”, “terremoto”, “colapso” y decenas de sinonimias que en todos los casos expresan situaciones sin definir responsables. Es justamente el sentido más amplio de la palabra “abstracción”: separar un concepto del resto de los contenidos que le dan contexto. Y mucho peor, si se quiere, es lo que ocurre cuando uno pretende internarse, aunque sea, en las culpabilidades y consecuencias técnicas –digamos– de lo que sucede. Porque allí se encontrará con las hipotecas “subprime”, los “hedge funds”, el “desapalancamiento” de los bonos, los activos “tóxicos” y restantes delicias cuya semántica tampoco incluye ni carne ni hueso. Como muchísimo, hay la mención de algunos directivos de los bancos y fondos de inversión quebrados o asistidos, a los que se menciona con algún ligero cuestionamiento por llevarse centenares de millones de dólares en carácter indemnizatorio. Todo lo demás lo trajo la cigüeña de París. En la gráfica se pueden rescatar algunas cosas y en la red una infinidad, como para que los espíritus inquietos se consuelen en forma individual. Pero en la televisión y la radio, que son las que fijan el imaginario e impacto masivos, no sólo rige la reproducción de ese lenguaje indeterminado sino que lo multiplican a través del desfile, pornográfico, de los gurús del establishment. Pornográfico, sí, porque no puede calificarse de otra manera la explicitud de mostrar como sapientes a quienes hasta ayer pregonaron la salud de la economía internacional, la conveniencia de la mano invisible de los mercados, las ventajas de la ausencia absoluta de controles estatales.

Es impresionante la impunidad de esa gente, pero el propio término denota que es mucho más terrible el descaro de quienes les dan cámara y micrófono para, ni siquiera, animárseles a algún tibio retruco. Porque la impunidad es un desvalor que alguien concede. Y para el caso, lo otorga el Poder del que los grandes medios de comunicación forman parte inescindible. Como insistió en advertirlo Nicolás Casullo, muerto esta semana para desgracia del pensamiento crítico superior, los medios son el gran partido que la derecha no logra conformar institucionalmente. No hay ingenuos en esta historia de darle lugar opinativo a quienes operaron de modo sistemático a favor de la especulación financiera. No hay ignorantes o, mejor, no hay ignorancia. El sistema contrata para que los animadores mediáticos reproduzcan el discurso que es abstracto en sus significantes, pero nunca en su significado. Los que pronosticaron el dólar a 10 pesos en la crisis de 2001/2002, los que vivieron de echarle la culpa de todos los males al gasto público, los que insisten en que para salvarse hay que enfriar la economía como eufemismo de recorte de salarios, los loritos a sueldo de los ricos para darles conferencias y decirles lo que quieren escuchar, los que les recomiendan fugar la plata a paraísos fiscales, los que se espantan por la inseguridad jurídica de la Argentina arrodillados de amor frente al libertinaje yanqui, los que se quejan de haber echado mano a las reservas para pagarle al Club de París mientras la Casa Blanca otea estatizar la banca; todos esos siguen volcando pronósticos como si nada, como si la mochila de sus antecedentes no les hubiera partido la espalda al medio, como si les quedase algún espacio de autoridad moral e intelectual. Pero los chanchos les dan de comer y es correcto, excepto si se supone que el andamiaje de los medios es capaz de escupir para arriba.

Al menos podría aspirarse a que alguno tenga el fenomenal criterio provocativo de la BBC de Londres –estatal, por cierto– en el sketch del programa The Last Laugh, que por estos días causa furor en Internet y que algunos medios locales reprodujeron parcialmente. Pero para eso hay que disponer del cinismo inigualable de los ingleses, en lugar de ser un lamentable comunicador o prestidigitador del culo del mundo. Un caradura presentado como agente de inversión explica que hay que imaginarse un negro desempleado, en camiseta sin mangas, sentado frente a un pórtico derruido en Alabama. Llega un vendedor de hipotecas, cuyo sueldo depende de cuántas haga y por tanto absolutamente desconfiable, y le pregunta si quiere comprar esa casa antes de que se venga abajo. El negro dice que sí, el vendedor le presta el dinero, la deuda es tomada por el banco y, junto con otras miles y miles, la empaquetan y presentan en Wall Street. A nadie le interesa lo que hay adentro del paquete, que se convierte en un “vehículo de inversión estructural”, y entonces el chanta lo compra y llama a Tokio, por ejemplo. Le dice a otro como él si quiere adquirir el paquete, le contesta que no tiene ni la menor idea de lo que hay adentro y que vale 100 millones de dólares. El que está en Japón dice “está bien” y eso es todo. Eso es el mercado. El entrevistador pregunta qué diablos hay en esos paquetes como para atraer a los inversionistas, y el “agente” le responde que esos fondos de inversión especulativos tienen nombres muy buenos. No es que sean firmas reputadas ni responsables ni nada que se le parezca. Es que una se llama Fondo Estratégico de Crédito Estructurado de Alta Gama, y la otra Fondo de Apalancamiento de Crédito Estructurado de Alta Gama. Muy bueno, dice el “periodista”, y agrega que compraría cualquier cosa que diga “alto”, “estructurado” y “mejorado”. Claro, añade el otro, porque si se llamara Fondo del Negro Desempleado quizás alguien sospecharía algo. Al que pregunta sólo le queda la duda de por qué los inversores pudieron ser tan estúpidos. Y el tipo le contesta que los estúpidos son los que preguntaron cuánto vale esa casa; que a ellos ya vendrá a salvarlos el Gobierno como premio por haberse tomado el trabajo de especular y que quienes sufrirán son los fondos jubilatorios o de pensión, como seguramente tiene el periodista y sólo para ejemplificar.

Es la victoria del lenguaje de los símbolos que, en vez de decir las cosas así, andemos por la vida llamándole “activos tóxicos” a los papeles pintados del Imperio, “ley del mercado” a la explotación, “subprime” a los negociados inmobiliarios y “público” a los pobres negros que sufren un carnaval de blancos. Y encima, hasta podemos ser capaces de creernos que si los Estados Unidos intervienen en la banca es porque giraron a la izquierda.

2.10.08

Bankeros de mierda!!!!

Dos humoristas británicos explican el origen de las crisis financiera




1.10.08

Malditos Bankeros!!!, Maldito Capitalismo!!!

Por Michael Moore


Amigos:

Voy a ir al grano. Mientras leéis estas líneas tiene lugar el mayor robo en la historia de este país. Aunque no usan pistolas, están tomando 300 millones de rehenes. No os equivoquéis; Después de robar medio billón de dólares, durante los últimos cinco años, para llenar los bolsillos de sus patrocinadores, los especuladores con la guerra, después de llenar los bolsillos de sus compinches petroleros con más de 100.000 millones de dólares en sólo los dos últimos años, Bush y sus amigos – que pronto deben abandonar la Casa Blanca, están saqueando cada dólar que pueden agarrar del Tesoro de EE.UU. En el camino a la salida están rapiñando toda la platería que pueden encontrar.

No importa lo que digan, no importa cuántas palabras usen para asustar, están de nuevo utilizando sus viejos trucos de crear miedo y confusión a fin de convertirse y mantenerse en el 1% de obscena riqueza, Basta con leer los primeros cuatro párrafos del principal artículo en el New York Times del lunes pasado y se ve de qué se trata en realidad:

“Incluso mientras los responsables políticos elaboraban detalles de un plan de rescate de 700.000 millones de dólares para la industria financiera, Wall Street buscaba medios de beneficiarse con él.

“Firmas financieras estaban cabildeando para conseguir que todo tipo de inversiones problemáticas fueran cubiertas, no sólo las relacionadas con hipotecas.

“Al mismo tiempo, firmas de inversión estaban maniobrando para regentar todos los activos que el Tesoro planea sacar de los libros de las instituciones financieras, una tarea que podría ganarles cientos de millones de dólares en honorarios por año.

“Nadie quiere quedarse afuera de la propuesta del Tesoro de comprar activos descompuestos de las instituciones financieras.”

Increíble. Wall Street y sus patrocinadores crearon este lío y ahora van a barrer con todo como bandidos. Incluso Rudy Giuliani está cabildeando para que se contrate (y pague a) su firma para “asesorar” en el rescate.

El problema es que nadie sabe verdaderamente de qué trata verdaderamente este “colapso”. Incluso el Secretario del Tesoro Paulson admitió que no conoce la cantidad exacta que se necesita (¡simplemente se le ocurrió una cifra de 700 millones de dólares!) El jefe de la oficina presupuestaria del Congreso dijo que no lo puede calcular ni puede explicárselo a nadie.

Y sin embargo, ¡estamos chillando sobre lo cerca que está el fin! ¡Pánico! ¡Recesión! ¡La Gran Depresión! ¡Año 2000! ¡Gripe aviar! ¡Abejas asesinas! ¡Tenemos que aprobar hoy la ley de rescate! ¡El cielo se cae! ¡El cielo se cae!

¿A quién se le cae? NADA en este paquete de “rescate” bajará el precio de la gasolina que hay que ponerle al coche para ir a trabajar. NADA en esta ley te protegerá contra la pérdida de tu casa. NADA en esta ley te dará seguro de salud.

¿Seguro de salud? Mike, ¿por qué mencionas algo semejante? ¿Qué tiene que ver con el colapso de Wall Street?

Tiene todo que ver con ello. Este así llamado “colapso” fue provocado por las masivas cesaciones de pago y los embargos que suceden con las hipotecas de las viviendas de la gente. ¿Sabéis por qué tantos estadounidenses están perdiendo sus casas? Si uno oye la descripción de los republicanos, es porque demasiados idiotas de clase trabajadora recibieron hipotecas que en realidad no se podían permitir. La verdad es que: La causa número uno por la que la gente se declara en bancarrota es debido a las facturas médicas. Para decirlo simplemente: Si hubiésemos tenido cobertura sanitaria total, esta “crisis” hipotecaria podría no haber tenido lugar jamás.

La misión de este rescate es proteger la obscena cantidad de riqueza que ha sido acumulada en los últimos ocho años. Es para proteger a los principales accionistas que poseen y controlan a EE.UU. corporativo. Es para asegurar que sus yates y mansiones, y su “modo de vida”, continúen sin interrupción mientras el resto de EE.UU. sufre y se debate para pagar las facturas. Dejemos que una vez les toque sufrir a los ricos. Que ellos paguen por el rescate. Estamos pagando 400 millones de dólares por día en la guerra en Iraq. ¡Que terminen la guerra de inmediato y nos ahorren otro medio billón de dólares!

Tengo que dejar de escribir esto y vosotros tenéis que dejar de leerlo. Están realizando un golpe financiero esta mañana en nuestro país. Esperan que el Congreso actúe rápido antes de que se ponga a pensar, antes de que nosotros mismos podamos detenerlos. Así que dejad de leer esto y haced algo – ¡AHORA! Lo que podéis hacer inmediatamente es:

1, Llamar o escribir un correo al senador Obama. Decidle que no tiene que estar sentado ahí tratando de ayuda a apuntalar a Bush y Cheney y el lío que han hecho. Decidle que sabemos que tiene la inteligencia para desacelerar esto y resolver cuál es el mejor camino a tomar. Decidle que los ricos tienen que pagar por cualquier ayuda que se ofrezca. Utilizad la influencia que tenemos ahora para insistir en una moratoria sobre embargos de casas, para insistir en que se actúe a favor de la cobertura sanitaria universal, y decidle que nosotros, el pueblo, tenemos que estar a cargo de las decisiones económicas que afectan a nuestras vidas, no los barones de Wall Street.

2. Salid a las calles. Participad en una de los centenares de manifestaciones rápidamente convocadas que están teniendo lugar en todo el país (especialmente en las que se realicen cerca de Wall Street y Washington DC).

3. Llamad a vuestro representante en el Congreso y a vuestros senadores. Decidles lo mismo que habéis dicho al senador Obama.

Cuando uno comete errores en la vida, se arma la gorda. Todos y cada uno de vosotros que leéis esto conocéis esa lección básica y ha pagado las consecuencias de sus acciones en algún momento. En esta gran democracia, no podemos permitir que haya un conjunto de reglas para la vasta mayoría de los ciudadanos trabajadores, y otro conjunto de reglas para la elite, quienes, cuando meten la pata, reciben un regalo más en una bandeja de plata. ¡Nunca más! ¡No de nuevo!

Vuestro,

Michael Moore

MMFlint@aol.com

MichaelMoore.com

P.D. Después de haber leído más detalles de esta ley de rescate, tenéis que saber que os están mintiendo. Hablan de como impedirán que haya paracaídas de oro. No dice NADA sobre lo que esos ejecutivos y gatos gordos ganarán en sus SALARIOS. Según el representante Brad Sherman de California, esos máximos gerentes seguirán recibiendo talones de sueldo de un millón de dólares por mes bajo la nueva ley. No se da propiedad directa al pueblo estadounidense por el dinero que se está entregando. Se permitirá que bancos e inversionistas extranjeros reciban dádivas de miles de millones de dólares. Un gran pedazo de estos 700.000 millones de dólares será entregado directamente a bancos chinos y de Oriente Próximo. NO hay garantía alguna de que se vuelva a ver algún día ese dinero.

P.P.D. Después de hablar con personas que conozco en Washington DC sé que ven que el motivo por el cual tantos demócratas están detrás de esto es porque Wall Street les puso esta semana una pistola en la sien y dijo que o entregan los 700.000 millones o lo primero que haremos es reventar los fondos de pensión y [los planes de jubilación] 401(k) de sus electores de clase media. Los demócratas tienen miedo de que puedan cumplir con su amenaza. Pero no es el momento de dar marcha atrás y actuar como el típico demócrata que hemos visto durante los últimos ocho años. Los demócratas entregaron una elección robada a Bush. Los demócratas dieron a Bush los votos que necesitaba para invadir a un país soberano. Una vez que tomaron el Congreso en 2007, se negaron a cancelar la guerra. Y ahora han sido acobardados para que sean cómplices en el crimen del siglo. Tenéis que llamarlos ahora y decir “¡NO!” Si les permitimos que hagan esto, imaginad lo difícil que será conseguir que se haga algo bueno cuando el presidente Obama esté en la Casa Blanca. ESTOS DEMÓCRATAS SON SÓLO TAN FUERTES COMO LA ESPINA DORSAL QUE LES DAMOS. ¡LLAMAD AHORA MISMO AL CONGRESO!

29.9.08

Que hijos de putas...!!!

Por Juan Sasturain

La verdad, dan ganas de vomitar. No se puede creer el grado de distorsión y macaneo a que hemos llegado por parte de los tramposos de siempre. Hablo de lo que pasa en estos días y en ciertos poderosos medios –para no decir todos menos muy pocos– con el tratamiento que se les da a las cuestiones vinculadas con la llamada crisis financiera yanqui. Si no fuera doloroso y tan grave, sería patético.

Uno se saca, insulta, pero no cabe otra. Es increíble cómo, allá y (es terrible) acá mismo, los defensores a ultranza de la globalización, de la “apertura económica” a cualquier costo y precio, de los intereses del “ámbito financiero”, de la sacrosanta iniciativa privada, de la insoslayable rentabilidad empresaria y de todos los lugares comunes ideológicos que justifican lo peor de este capitalismo salvaje –las guerras económicas, la perduración de la injusticia y la explotación escandalosa a nivel universal, el crecimiento de la pobreza y de la brecha entre pobres y ricos– se hacen los giles, miran para otro lado, no saben de qué se trata. Cuanto mucho hablan de “fallas en los controles”. No van más allá. Y no vale la pena tampoco, con los parámetros que se mueven. Hay que venir mucho más acá a la hora de razonar.

Porque es falso el planteo: este sistema económico universal no está/entró recién ahora en crisis. Lo estuvo en los noventa y antes y siempre porque, además de ser esencialmente injusto, es ineficaz: siempre ha estado provocando verdaderos desastres a la mayoría de la gente –pobreza y desigualdades crecientes– mucho más graves que esta asquerosa descompostura –glotonería, ocasional intoxicación– que afecta (¿afecta?) a los ladrones: Vivimos siempre en medio de la catástrofe, en el escándalo de la dependencia asfixiante de centros de poder económico y político-militar de una grado de insensibilidad e impunidad inauditos, y con una capacidad de manipulación informativa que nos subestima y humilla.

¿Por qué va a resultar más escandalosa y grave la caída puntual en los índices de la Bolsa –ámbito paradigmático, perverso, de la especulación, de la mentira financiera–, la quiebra del negocio de una manga de estafadores de guante blanco, que el crecimiento sistemático, geométrico a veces, de los índices que miden la brecha entre pobres y ricos? ¿Cuál es la verdadera catástrofe? El sistema no reventó ahora: hace agua, hace pobres, hace violencia, hace injusticia y hace seudovalores de mierda desde que este capitalismo salvaje, este neoliberalismo mentiroso se apoderó –en apariencia– del “sentido común” universal. Da asco entonces el verso de economistas “realistas” que nos hablan –casi con suficiencia y satisfacción: es increíble– de cómo la crisis yanqui afectará no sólo a la Argentina si no está “debidamente preparada” sino a “la economía familiar” de cada uno, incluso...

Pero no sacan ninguna conclusión de eso. Lo único que falta, en algunos casos, es que a la crisis yanqui, tan paqueta en el fondo, le pongan nombre de mujer –Nelly, Shirley, Carla– como a los huracanes. Porque es así: para muchos analistas, el “problema” que tiene estos ladrones parece una catástrofe natural, un lamentable fenómeno meteorológico que ha arrasado con todo y debido al cual hay que realizar operaciones de “salvataje” -–no es otra la palabra utilizada–, y se espera la solidaridad internacional.

Qué hijos de puta...

25.9.08

Niño


[...] Las personas grandes nunca comprenden nada por sí solas y es muy aburrido para los niños tener que darles una y otra vez explicaciones. “El principito”

http://kurioso.wordpress.com/2008/09/25/el-nino-que-ha-robado-la-sed-a-medio-millon-de-africanos/

18.9.08

Que boludo, Que boludos!!!


... ahora al liberalismo se lo pierden por el culo!!!

17.9.08

Vayanse al carajo!!! Yankies de mierda!!!


por Jean Guy Allard*, Ramón Reig


Hugo Chávez es de los pocos que estimula este mundo de mediocridad, aburrimiento, seguidismo y resignación. Cómo me divierto con el penúltimo cabreo de los medios de comunicación por sus bravatas. Podremos estar de acuerdo o no con ellas, o más o menos de acuerdo con su lenguaje, pero le mete vidilla a esta dictadura democrática en la que sobrevivimos. Estados Unidos dispone en el mundo de la red de espías más extensa de la historia, cuya implicación en una larga sucesión de conspiraciones, secuestros, asesinatos y actos de terrorismo ha sido ampliamente demostrada.

¿Quién no ha deseado alguna vez mandar al carajo a su jefe o a mucha gente? ¿Por qué no se hace? Porque tememos la represión, la represalia, la reprimenda, el aislamiento, la soledad. En eso se basa la llamada “espiral del silencio”, en el miedo. Suelo hablarles a mis alumnos de la famosa teoría de la catarsis, aplicada a la comunicación. “Alguno de ustedes puede estar deseando pegarme una bofetada pero sabe que no queda bien ni está bonito cascarle al profesor. Entonces, no tienen más que proyectarse a través de las millones de bofetadas que ven en los medios de comunicación”. Aún así, no estamos libres de una agresión, hay antecedentes.

Sin embargo, Chávez se ha permitido el lujo de mandar al carajo a los señoritos de siempre y, miren, estoy con él, le doy la razón porque en nombre del progreso, la democracia y la Ilustración no se pueden cometer las barbaridades que EEUU ha cometido en América Latina. Chávez les ha dicho a los yanquis que son unos mierdas y que se vayan al carajo. Y nos hemos rasgado las vestiduras. Los yanquis, en vez de decirle a alguien que se vaya al carajo, lo envían directamente, con y sin autorización internacional. Lo llevan haciendo desde hace décadas.

Critican a los dictadores que ellos no han encumbrado, hablan de derechos humanos pero sus ciudadanos carecen del derecho a una atención médica digna; hablan de modernidad y de sociedad del conocimiento pero tienen en su suelo estados con pena de muerte, estados en los que se prohíbe enseñar a Darwin o preguntar en los exámenes cuestiones de evolucionismo; creen que el mundo comenzó en el siglo XVIII, cuando se fundaron los EEUU; cognitivamente, viven encerrados en ellos, no tenemos más que verlos por las calles, incluso Dan Brown vivió en Sevilla un tiempo, estudiando Historia del Arte, y escribió una novela, La fortaleza digital, en la que demuestra que no tiene ni puta idea de la ciudad en la que estuvo. Los yanquis le prohíben tener armas atómicas a sus enemigos porque dicen que son peligrosas para la seguridad mundial pero a la gente se la conoce por sus hechos y aquí los únicos que han lanzado dos bombas atómicas para matar de forma indiscriminada han sido los EEUU.

Algunos edificios que vemos en ese país imitan el estilo romano pero al menos el imperio romano asimilaba aspectos culturales de sus conquistados y las incorporaba a su acervo; nuestro imperio, al contrario, nos impone sus costumbres o las roba de otros lugares y las adapta para la venta. Estamos en manos de vendedores analfabetos que han intentado comerciar hasta con el ADN humano. Lo malo es que cuentan con cómplices en Europa que no desean europeizar el mundo sino agringar Europa, por eso esta gentuza a la que Chávez ha mandado al carajo tiene derecho de pernada aquí y allá. Por eso y porque los cobija un enorme paraguas mediático cuyos efectos son fáciles de comprobar.

Por ejemplo, ¿un niño español o europeo es un niño español o europeo según su aspecto, su mentalidad y su comportamiento? No, cada vez más es un niño gringo: viste como un gringo, compite y comercia con casi todo, es agresivo en una medida alta o extrema, a veces, y se siente un “fracasado” a las primeras de cambio. Desde luego, esos EEUU oficiales, visibles, a los que Chávez ha enviado al carajo, están muy bien enviados y eso no significa que no me acuerde de la gente que trabaja y vive allí tratando de lavar la imagen de un país que tiene patas arriba al planeta entero. Un general leal a Chávez me dijo en su despacho, en el mismo palacio presidencial de Caracas: “A mí me formaron en escuelas yanquis diciéndome que todo lo que es bueno para EEUU es bueno para América pero ya he descubierto que suele ser bueno sólo para los propios EEUU”. Fue cuando me di cuenta con claridad de que algo estaba cambiando profundamente en América Latina.

Chávez les ha dicho mierdas a los gringos porque tiene poder para hacerlo. Ya era hora, desde los años 60 y 70 no oía yo gritos así: “Con uno que ha dicho NO Roma ha temblado”, dice Kirk Douglas en la película Espartaco, de Stanley Kubrick. Ya está bien: a primera vista, vencieron pero no convencieron y han llenado de porquería el mundo, mucho más que cuando estaba el demonio comunista. Han tenido demasiado tiempo (siglos) su oportunidad. Ya es hora de pensar en serio en clave hegeliana, marxista, leninista, nietzscheana, incluso moriniana. Aprender de los errores pero actuar ya, abandonar el eterno debate que le hace el juego a los de siempre y los legitima, ¿o es que aún no están claras las causas de “lo que pasa”? Nos han llenado de relatividad y papanatería con el pensamiento débil y posmoderno y llega un momento en que hay que echar mano de los resortes más contundentes que nos ofrece el lenguaje.

Ahora, a atenerse a las consecuencias pero lo que está claro es que el equilibrio del terror, por desgracia, es lo que inquieta al gringo, porque en EEUU se vive así, bajo el equilibrio del terror, con armas en casa, con controles en las aduanas, con muros en las fronteras, dándole la vuelta al precepto jurídico básico: allí uno no es inocente mientras no se demuestre lo contrario, allí uno es sospechoso y culpable mientras no se demuestre lo contrario, nada más que entras en el país quedas fichado con foto incluida y huellas digitalizadas. Es por el terrorismo, claro, pero los demás no hacemos lo mismo con los visitantes gringos, será porque nuestra conciencia está más tranquila. Aún así, habrá que hacerlo porque quién sabe, somos conscientes de que terrorismos hay muchos…

Hasta ahora, en lugar de eso, dejamos aterrizar a sus aviones espía que, de forma oculta, llevan presos a Guantánamo. Y permitimos que coloquen un llamado escudo antimisiles en la UE, criticamos a Rusia antes que a EEUU y eso que Rusia ya es buena, ya es mercantil y es Europa. La URSS estaba rodeada de misiles occidentales pero casi estalla la tercera guerra mundial con la crisis de Cuba. Ahora, a Rusia la joden por aquí y por allá, se juega con un país que ha perdido la dignidad y que está gobernado por gente de dudosísima reputación pero que aún conserva un potencial militar y energético importantísimo. Claro que a la hora de la verdad nos tragamos nuestras palabras y seguimos comprándole petróleo y gas, los necesitamos para seguir viviendo por encima de nuestras posibilidades y para alimentar nuestros caprichos.

Desde 1991, sobre todo, con el nuevo orden mundial, queremos que todos piensen, actúen y vivan como nosotros, hay un neototalitarismo claro en torno al pensamiento hegemónico que impulsan las corrientes conservadoras y socialdemócratas apoyándose en sus medios de comunicación, como buenos voceros (unos y otros) del poder estructural. Ya era hora de que alguien levantara de nuevo la voz ante este atropello, alguien que tiene poder para hacerlo y que debe seguir incrementando ese poder pero, cuidado, mucho cuidado, me permito aconsejarle a los señores Chávez, Morales, etc., que no caigan en la tentación del nacionalismo indigenista excluyente porque no todo lo occidental ni lo estadounidense es negativo, hay aspectos que deben sintetizarse con aquellas culturas, se debe tender a una simbiosis porque, de no ser así, los apoyos que los citados dirigentes y otros mantienen hacia sus revoluciones se pueden diluir y ellos sabrán si esto es lo que desean, no me parece que les venga bien.

En Occidente hemos ideado la barbarie y la civilización, elíjase lo mejor y únase a lo autóctono, a ver qué se puede extraer de esta nueva situación histórica.

15.9.08

"Collas de mierda"

Por Sandra Russo


El excelente documental de Emilio Cartoy Díaz, Bolivia para todos, que emitió Canal 7 y que sigue circulando en debates y encuentros para analizar la crisis que se agudizó radicalmente esta semana, permite tomar nota sensible de lo que las palabras y las fotos no llegan a transmitir. Las notas de la televisión tampoco. Cabe preguntarse ahora que las papas queman y hay muertos, desde dónde se mira la crisis boliviana. Los noticieros hablan del tema de una manera pasteurizada, como si se tratara de “querer” o “no querer” a Evo Morales, presidente legítimo y relegitimado.

Uno de los hallazgos del documental es haber registrado no sólo el aquelarre del racismo más repugnante, sino la manera en que la propia televisión boliviana fue adaptándose para informar sobre la rebelión de los departamentos “blancos”. Un docente que vio el documental me decía el sábado que se había sentido estúpido de pronto, al advertir que había “comprado” la información en sachet que dan los grandes medios: se había hecho la idea de que Santa Cruz, Pando, Beni, Cochabamba, en fin, los lugares desde los que se reclama la autonomía, eran “opositores en bloque”, territorios ficticios en los que el rechazo a Morales brotaba de mayorías con otras ideas e intereses. Y precisamente porque en cada uno de esos departamentos hay miles y miles de partidarios de Evo Morales que están siendo censurados, perseguidos, amenazados y ahora asesinados, como los militantes de Pando, es que la crisis tiene otra cara, una mueca monstruosa que sin embargo no sale por tevé.

En el trabajo de Cartoy Díaz también se puede ver cómo la pantalla partida de la televisión boliviana comenzó a producir un efecto erosionante del poder presidencial. Normalmente, cuando habla un presidente su investidura reclama la pantalla entera. No fue eso lo que le cedió la televisión, que comenzó a dividir los planos y a incluir ventanas en las que, al mismo tiempo que se veía a Morales, se veía también a los prefectos de Santa Cruz o Cochabamba diciendo lo suyo. La pantalla se desmembró antes que el país. La pantalla fue la primera en bajar la estatura presidencial. Y esa pantalla nos recuerda otras pantallas partidas. Que cada cual recuerde.

El desprecio sin fondo que los bolivianos blancos sienten por los collas y por las diferentes etnias originarias del país es una herramienta política que tiene como objetivo y presa el capital. En ese sentido, no hay desprecio histórico sin botín en el medio. Los sentimientos colectivos de manipulación, doblegación y exterminio siempre han servido de impulso para que los portadores del odio puedan quedarse con todo. El racismo, en fin, es apenas un instrumento económico. Pero sostenerlo, sentirlo, experimentarlo, demanda una preparación de siglos que permanece intacta. Las que hoy tratan de imponerse en Bolivia son subjetividades melladas en su forma y fondo por una visión del Otro Degradado, expropiado de sus derechos y reivindicaciones. ¿La democracia? Una excusa reemplazable por alguna otra forma de gobierno que deje cada cosa en su lugar.

“Fuera collas de mierda”, rezaba una pared en Santa Cruz. No era sólo una pared. Eran muchas paredes. Eran gritos también. Mucha gente como la gente gritando “fuera collas de mierda”. Lo que se cocina en Bolivia no es sólo un golpe de Estado en alguna de sus formas posibles. No es sólo un intento desesperado de los dueños del dinero por retener sus privilegios y su statu quo. Es un extracto de infamia, una muestra del veneno histórico inoculado año tras año en un país que hasta hace poco tenía un presidente que no hablaba bien el castellano, y no porque fuera colla.

La cocina ideológica y emocional de la reacción contra Evo Morales hace pensar en que cada crimen que tuvo o tenga lugar en Bolivia es de lesa humanidad.


Por Sandra Russo

26.8.08

Charly Querido!!!!

Hoy 26/08, a las 21 hs, escuchemos, toquemos, cantemos a los 4 vientos algun tema de Charly!!!

25.8.08

Que Pelotudo, Nazi-sudaca

Figurita repetida en el álbum del realismo mágico, el nazi sudaca es el arquetipo de la barbarie que pide a gritos “civilización” y escupe un poco. La historia del nazismo en Sudamérica es corta: en las épocas en que Hitler gobernaba Alemania, el nacionalsocialismo no suscitaba grandes simpatías en nuestra región, a excepción de los ejércitos, su institución por excelencia. Durante los largos años ’40, la Argentina se debatía entre declararse a favor del Eje (posición sostenida por la mayoría de los generales) o continuar con la exportación de carne a Inglaterra, tal como lo requerían los terratenientes. En parte, gracias al ingenio y la influencia de Roberto Noble –estanciero, político y fundador del Gran Diario– la situación se resolvió en la neutralidad hasta casi finales de la guerra, posición que no terminó de convencer a nadie. Desde entonces, el nazismo ha abandonado la impostura de elite y se ha diseminado, atomizado, con adaptaciones locales tan particulares como absurdas.

El nazi sudaca es digno del Manual de Zonceras de Jauretche. Desconoce los principios básicos de la ideología que se supone sustenta sus pensamientos: la revancha de lo particular contra lo universal, de lo nacional contra lo internacional. Por el contrario, no se le puede atribuir con mucho acierto el adjetivo nacionalista: históricamente se ha sentido identificado con los países del Primer Mundo más que con su propia nación. Su definición de lo propio lleva la impronta del deseo de ser lo otro; es ultranacionalista, pero de países que no son el suyo.

A partir de entonces, las contradicciones y los delirios de su componente sudaca comienzan a aflorar: si el nacionalsocialismo surge como un numeroso movimiento de masas antiburgués, el nazi sudaca ve al número y a la masa como el origen de su frustración, al tiempo que es burgués o anhela serlo. Si, como sostiene el historiador Furet, el fascismo surge como la revancha del pueblo contra la clase, el nazi sudaca tiene aspiraciones de clase aunque provenga del pueblo. Suma a su escuela del horror su admiración incondicional por los EE.UU. y su política exterior: gran condimento para la cocina del ridículo, si se tiene en cuenta que su aporte fue determinante para destruir al régimen.

El nazi alemán sustenta su particularidad en una idea fundante: la raza. Admira la raza aria, a la cual pertenece. Al nazi sudaca le alcanza con comprarse un ovejero alemán para su quinta. Los ojos profundamente azules de su gato siamés lo miran con asombro: en el mejor de los casos, proviene de las “familias patricias”, invento local para renombrar a los viejos contrabandistas que comerciaban con Inglaterra a escondidas durante el Virreinato.

En ojos europeos, el nazi sudaca es un subproducto de sus desechos migratorios, apenas un sucedáneo, una destilación exótica de sus lacras sociales. No proviene de un gran imperio, no ha asolado continentes enteros en su vieja historia, ni siquiera posee un idioma propio. En palabras de Hegel, es reflejo de vida ajena. Su canciller Bismarck es Roca, y su Tercer Reich, el menemismo (y sus equivalentes a lo largo de la región).

El nazi alemán se une a las SS, sale y mata. El nazi sudaca pide ayuda: picanas locales o CIA, lo mismo da. El nazi alemán cita, orgulloso, a Goethe. El nazi sudaca siempre responde “Borges” cuando le preguntan qué lee, aunque no lea. El nacionalsocialismo alemán ha contado en sus filas con pensadores de la talla de Martin Heidegger, rector de la Universidad de Friburgo durante el régimen. El nazi sudaca funda su escuela ideológica en el taxi. Su Leni Riefenstahl es Cecilia Pando.

Negros de alma

El nazi alemán centra su odio en el judío, y en forma secundaria, el negro, a quien considera con inferioridad intelectual, pero admira por la pureza de su raza. El nazi sudaca “tiene amigos judíos” y se jacta en afirmar que no tiene nada en contra de los negros “de raza”. De aquí que, en ausencia de negros “de raza” –que “felizmente las continuas guerras han exterminado”, como afirma Sarmiento en su Facundo–, se las arregle para inventar una nueva categoría sociológica: el negro “de alma”.

La idea original que insufla fundamentos al nazismo es sustituida por un ingenio casi goebbeliano: si para los nazis la impureza de raza era una cuestión genética, biológica y objetiva, para el nazi sudaca el negro “de alma” es sartreano: producto y sujeto de sus elecciones, es así porque quiere, elige con cada acto su barbarie.

La veneración nacionalista de un Otro extranjero y un odio copiado a su Otro local lo constituyen. Lo ridículo de su patetismo es el único elemento que aglutina la legión de nazis sudacas. Eterno generador de déficit económico y simbólico, el nazi sudaca toma prestado hasta su odio. Tristemente, aún no ha entendido que si Hitler tuviera la oportunidad, no dudaría en matarlo.

Mientras tanto, desairado hasta por Mengele, el nazi sudaca tiene problemas para comprender que tal como está planteada la ideología que embandera, se es de la raza superior o no se es. No se puede ser nazi por opción, y menos, fuera de Europa. Sólo quedan entradas para el concierto del resentimiento: las de Wagner se agotaron.



Rodolfo Omar Serio

4.8.08

Fotos de La Vaca 2/8/08

Con Esteban Sielicki (my teacher de canto)







Lata, Juán Jacinto, y Pablo Dacal tangueando despues del show

Con Dacal en Camerinos

19.7.08

Otra vez Sopa

El embrollo argentino
Por Osvaldo Bayer

Otra vez el mismo clima. Otra vez parece que marchamos por una calle sin salida. Hubo un hombre de mi tiempo, Aldo Ferrer, que dijo lo valedero, lo equitativo. Pero nadie lo escuchó. Hay que distribuir las ganancias para llevar adelante una sociedad integrada; si no, quedaremos cada vez más en el subdesarrollo. La sociedad tiene que ser integrada, regulada. Recordemos aquello de la economía social de mercado. Con la que la Alemania destruida de posguerra logró levantarse. Redistribuir las ganancias en la ciencia, en la técnica, en la paz social, en la educación, en la salud, en una industria que vaya eliminando las dependencias. Una sociedad con miserias es una sociedad injusta, corrupta, en sí, inmoral. Además se equivoca aquel que siempre quiere tener más, porque ese afán de dominar es el que crea violencia en la sociedad. Porque el que tiene más es casi siempre traicionado por los cuidadores de ese status.

Una sociedad moderna ya no puede vivir sin las regulaciones. Porque, si no, terminaremos en los grandes castillos de la Edad Media donde se refugiaban los autodenominados nobles para “gozar” de su poder: vestidos desopilantes, joyas, coronas, armas, minués, cuarteto de cuerdas en el almuerzo de los señores, caza del jabalí rodeados por una comitiva de uniformados bien remunerados. Mientras, a su paso, los esclavos bajo el látigo o los eternos peones de la tierra, con sus harapos y sus ojos plenos de miedo y de hambre. Ahora las figuras han cambiado, todo es más disimulado. Pero las vallas morales y materiales son las mismas. Los dueños en sus countries de lujo con las mismas defensas –esta vez ya de empresas de vigilancia– y, a las pocas cuadras, las villas miseria con su increíble cuadro de las fantasías morbosas de la brutal realidad.

En la Argentina ha ocurrido otra vez un golpe, como ya alguien lo ha dicho. Y como todos los golpes se originó, por un lado, por la incapacidad de quienes gobiernan de convencer, y por el otro, los de la filosofía “no me toquen el bolsillo”.

Los autores del golpe sin armas pero con medios salieron a defender lo “suyo”, todos juntos, algunos de bolsillo flaco y los otros, los tradicionales dueños de la tierra, de los medios, de las empresas que compran y venden.

El error de quienes tienen que ser los administradores racionales y justos fue meterlos a todos en la misma bolsa. Los de poca tierra y los eternos señores de la tierra y del cielo. Y todo se convirtió en dos mitades. Y desempató Cobos, un político esencialmente argentino, que cuando le tocó hablar lo hizo a ritmo de tango, y votó con lágrimas en los ojos. Tal vez lo ayudó a decidirse la virgencita de Luján. Recemos. Cuando lo ético, si se forma parte de un gobierno y no se está de acuerdo con una resolución de ese gobierno, es renunciar y no votar en contra de los que justamente lo pusieron segundo en la lista. Se vuelve a la base y no se sigue aferrándose al poder, por si las moscas. Pasó a ser el héroe de la derecha con voz entrecortada. Primero borocoteó a su partido y puso cara sonriente al peronismo K. Ahora, una vez en el poder, vota emocionado en contra y dice que espera ser aceptado de nuevo por su antiguo partido. En letra argentina eso se llama ser radical. Qué curioso, diría un gramaticólogo estructural alemán observando el uso argentino de la palabra “radical”, y se deprimiría al no encontrar una explicación idiomática consensuada. Porque claro, en sí, radical es ser, como lo dice su raíz: revolucionario, avanzado, definitivo. Definitivo. ¿Ad infinitum? ¿Definitivo? De radical argentino pasó a radical K y de K –probablemente– a la fórmula Cobos-De Angeli, de la cual ya se habla.

Pero eso no es el problema fundamental. El patetismo está en las dos Argentinas actuales de las que, desde su nacimiento, nadie fue capaz de hacer una. Fue muy cómico ver al presidente de la Sociedad Rural, el señor Miguens, cantar el Himno Nacional, emocionado, después del voto de Cobos: “ved en trono a la noble igualdad”. Cuando lo vi en la pantalla recordé las orgullosas crónicas de los diarios patagónicos La Unión y El Orden, de 1922, describiendo el gran banquete de la Sociedad Rural a los oficiales del 10 de Caballería que acababan de fusilar a centenares de peones patagónicos. Fue para 120 comensales y se cantó también, con emoción, el Himno Nacional. “Ved en trono a la noble igualdad, libertad, libertad, libertad” (esto es necesario remarcarlo siempre). Se descorchó champagne y los estancieros ingleses presentes le cantaron al teniente coronel Varela –el fusilador– el “for he is a jolly good fellow” (sí, “porque eres un buen camarada”).

Cobos, cuando se emocionó en la madrugada del jueves, ya que votó por el “campo”, tendría que haber mencionado la tragedia de los peones patagónicos, ya que fue un gobierno radical, el de Yrigoyen, el que dio la orden de los fusilamientos. Cobos tendría que haber aprovechado esa oportunidad en que todos los ojos argentinos lo miraban, para pedir perdón –como radical– por tan trágica y tremenda injusticia. Señalar que fue un error garrafal y un crimen de lesa humanidad. ¿No les suscita ninguna culpa, a los radicales K y a los radicales J, tantos peones asesinados?

Cuando Cobos votó por el no, los manifestantes de Palermo todos en coro cantaron el Himno Nacional. (¿No hubo ninguno, que mirando a Cobos, le tararee el “for he is a jolly good fellow? Las crónicas no lo dicen, no seamos mal pensados.) Pero, eso sí, el diario La Nación describió gozoso y engolosinado cómo estaban vestidos los manifestantes de Palermo que vivaron a Cobos: “... un matrimonio con galeras abanderadas de las que colgaban cintas brillantes, con su bebé en cochecito... o looks más vanguardistas (sombreros tipo diseños de autor) realizados con el mismo motivo... Jeans y pantalones livianos con cintos de cuero, camisas y remeras, y uno que otro sombrero, más anteojos de sol, entre las mujeres, y la onda casual Friday entre los varones... un estilo relajado matizado por el traje y la corbata... Y como silencioso detalle anti-K, una suerte de gorro llevado por algunos con esa letra en círculo cruzado, a la manera de la dialéctica vehicular, más la aclaración ‘yo no lo voté’”. (Aquí hago una pausa y pienso: pero Cobos sí lo votó a K, o mejor dicho, a la K.) Y prosigue la crónica muy significativa: “Y como voto al campo, cintas colgantes en verde soja con la leyenda: ‘Apoyo el campo’”. (Aquí también pienso: claro, con el precio de la soja se explica todo.) Y sigue: “El respeto y la amabilidad fueron la constante... a eso de las 6 de la tarde emergieron, entre otros personajes vinculados con la moda, algunos diseñadores de renombre y también el peluquero más famoso, entusiasmado con la multitud. A un paso, chicos y grandes con mascotas. Así, como en familia”.

Qué idílico. Tendríamos que estar orgullosos de que haya argentinos tan finos y delicados. Somos una familia.

No tanto. Tenemos un país dividido, como en toda nuestra historia. Federales y unitarios, el progreso de Roca y los indios bárbaros y salvajes, los argentinos de bien y los anarquistas extranjerizantes; los cabecitas negras y los libertadores, los argentinos desaparecedores y los desaparecidos; perucas, paraguas, bolitas y argentinos rubios y de ojos celestes.

Celebro que un grupo grande de intelectuales argentinos haya escrito tres cartas sobre la temática del país y así hayan tomado posición en la discusión. Por fin los intelectuales salen a la palestra. Ojalá que esto prosiga y sean tomados en cuenta cuando opinan. Y sería bueno que los políticos de vez en cuando los convoquen para escuchar su opinión. Porque el principal deber del intelectual es ése: salir a la calle cuando en la sociedad hay injusticias o se reprimen las libertades.

El diario alemán Frankfurter Rundschau informó ayer en su página editorial sobre el conflicto que sacude a nuestras pampas. Y lo titula “El embrollo argentino”. ¡Qué delicado y fino el periodista! Hablando en lunfardo, más que un embrollo es un verdadero quilombo. De “el país de las espigas de oro”, cantado por Rubén Darío, al país de la soja de oro. Sí, pero con villas miseria y niños desnutridos.

16.7.08

“¡Apagá la tele! ¡Prendé la cabeza!”